COMPÁS DE INCENSARIO.
“El mito de lo internacional”.
Casi cuatro años han pasado desde que se anunciara la remota posibilidad de solicitar a alguno de los diez mil millones de estamentos que hay en este país, el hecho de declarar a la Semana Santa de Cabra de carácter internacional, nada más y nada menos. Cuando se anunció, con toda modestia, creo que se hizo desde el desconocimiento del día a día de nuestras Cofradías. Esto viene a colación de la pregunta del portavoz del grupo político local Unión Vecinal, Manuel Carnerero, dónde pregunta en el último pleno municipal, que si se sabe algo de aquellas declaraciones. Pero esto invita a la reflexión seria de hacia dónde encaminamos nuestra Semana Santa o en que situación real está nuestra Semana Santa. En Andalucía hay dos capitales que tienen la declaración internacional con merecidos logros, son Sevilla y Málaga. Ambas son únicas, indiscutibles, singulares y arrebatadoras. Reúnen todo lo que se necesita para tener un carácter de interés mundial por todo lo que simbolizan y representan con dos estilos opuestos pero perfectamente compenetrados. Ahora, lo de Cabra fue un farol y no precisamente de estrella. Tiene todos los mimbres de haber sido propiciado por alguien que un día se vino arriba escuchando Cofradías Egabrenses y le recordaron cuando salió de pequeño vestido de romano y lo bien que lo pasaba en el desfile del Viernes Santo por la tarde viendo a la gente bajando la calle Álamos.¿Que nuestra Semana Santa reúne condiciones?, si, ¿que podría aspirar por antiguedad y riqueza escultórica procesional? si, pero no nos podemos engañar. Podríamos ser referente desde muchos puntos de vista, eso no me cabe duda, pero estos títulos son logros institucionales y políticos que vienen refrendados por una puesta en valor y un trabajo incansable por parte de las Cofradías y el ente local que en este caso es el Ayuntamiento de Cabra, cuestión que a día de hoy no se da. Aunque los primeros que tendríamos que poner todo sobre la mesa somos los cofrades, las hermandades, el amor por lo nuestro, por lo heredado, por lo cedido sin condiciones, generado por un trabajo incansable de generaciones. Hoy hay Cofradías en crisis internas que auguran un final improbable y tardío, o sea, aquella aspiración de internacional a algunos les sonará a chino. Pero si en algún momento existió esa opción, la apuesta de las administraciones debería de ser más atractiva y suculenta, a la misma vez que más exigente en el reparto de su apuesta económica con fines patrimoniales. Lo primordial es creer en la Semana Santa, creer de verdad y conocerla a fondo, con sus pros y sus contras, pero conocerla a fondo, cuestión que a día de hoy no se da por parte de nuestros responsables políticos. No es lo mismo pertenecer a una Cofradía que conocer la realidad de la Semana Santa. Busquemos e indaguemos en nuestra realidad más cercana y palpable, a partir de ahí se puede construir porque tenemos base para ello, pero mientras tanto dejemos los cantos de sirena de puertas para dentro, así, cuando suenen, nos alertaran de que debemos vovler a la senda de la coherencia.

Eduardo Luna Arroyo – Director de Radio La Manigueta.