PRIMUS INTER PARES

Por Jaime Canela.

La Semana Santa de Cabra puede ser una en la que pertenecer a una Junta de Gobierno se hace con edad más joven, encontrándose estos de golpe con problemas que, por edad, experiencia… etc., no deberían de tener que ser responsables de buscarle solución. Volvemos a lo de siempre, somos muchas cofradías para la población que tenemos, nadie quiere dar el paso… Una pregunta que nos hacemos también mucho, ¿estamos preparados o formados para hacerse cargo de una Cofradía? Tenemos la formación necesaria, formación eucarística, conocemos su historia, conocemos sus Estatutos, Régimen Interno si lo tienen. Le damos la importancia necesaria a los distintos cargos o llegamos a ellos sin saber dónde nos metemos. Los miembros que forman una Junta de Gobierno deben tener en consideración, que la elección realizada por parte de los hermanos en el Cabildo de Elecciones ya Dios la tenía dispuesta, sabemos captar esa señal, ¿has sentido realmente esa llamada para dar ese paso? o simplemente formas parte por amistad con los que entran a formar la nueva Junta. Los cargos de una Junta de Gobierno hay que resaltar, son carga, son peso, son responsabilidad. Para ello se debería tener en cuenta una serie de características para quien desempeñen dichas funciones. • Aptitudes para un trabajo en equipo, pues solamente de esa forma se evitarán los personalismos y se podrá formar un auténtico equipo para trabajar por la Cofradía. • Un conocimiento profundo del espíritu de la Cofradía, para poder ser fieles a la propia andadura y, si se prefiere, al carisma que esa cofradía concreta ofrece a la Iglesia y al mundo. • Un auténtico amor a la propia Hermandad, pero con el suficiente espíritu crítico para saber siempre dónde está, que le sobra, que necesita, que labores son prioritarias, qué proyectos deben realizarse y cuáles no son posibles. • Cierta madurez en la fe, ya que solamente desde el Misterio Pascual de Jesús y la fidelidad al Evangelio se podrá animar una Hermandad cristiana. • Una profunda sintonía con la Iglesia, sintiendo que es un servicio a ella el que se desarrolla al ocupar un cargo en una Asociación de fieles. Ello exige vivir en comunión con la comunidad diocesana: situación, necesidades, inquietudes, planes de pastoral… • Un mínimo de tiempo para dedicar a la Hermandad y los hermanos, sin descuidar tareas familiares y profesionales. • Disposición para una formación continuada. No pretendo ni soy quien para abrumar y pretender dejar cargo de conciencia y siempre con el respeto a toda persona que decide dar un paso tan importante. Por ello este texto solo es una reflexión personal, que quiero compartir con el mundo cofrade. Seguro os habéis hecho esta pregunta en algún momento. ¿sabemos lo que significa pertenecer a una Junta de Gobierno? No se debería formar parte ligeramente, ni despreocupadamente como algo de poco interés, que no tiene otra consecuencia que la de recibir enhorabuenas o críticas y darnos (permitirme la frase) un poco de importancia (tonta importancia por supuesto, pero a veces los hombres somos así) por tener un cargo, aunque sea modesto y sin trascendencia social alguna. La única trascendencia – que esta sí es cierta- es la espiritual. Precisamente por ser miembro de una Junta de Gobierno en una Cofradía cuya finalidad fundamental es la espiritualidad y la apostólica, se debe tener el ineludible deber y la obligación moral de servir de modelo en el que los demás hermanos puedan mirarse, procurar imitar y ser un compromiso de ejemplaridad -Primus Inter Pares (Los primeros entre los iguales)-. No se pide nada extraordinario, sencillamente cumplir y actuar como “buenos cristianos”. Se debe por tanto ser los primeros en todo, no ya los primeros en recibir las felicitaciones, en los puestos de privilegios. Si no ser primeros, en ir delante, en todo aquello que signifique trabajar, compromiso, sacrificio…” para saber mandar, hay antes que saber obedecer”. Cumplir escrupulosamente lo que disponen los estatutos, para así, Obedeciendo, poder con la razón y con todo derecho, exigir, con suavidad en las formas, con agrado y caridad de hermanos el cumplimiento de sus obligaciones. Somos hombres, fallaremos y se caerá, pero se debe poner voluntad en cumplir lo mejor posible. Sobre los miembros de una Junta de Gobierno, cae de forma directa, la marcha, la vida el porvenir de la Cofradía. La Hermandades son de todos los hermanos, todos la forman vosotros y ellos, de vuestro trabajo común depende su caminar, pero primeramente dependerá de cómo vosotros la dirijáis, porque sois los que constituís la Junta de Gobierno, quienes marcareis el camino a seguir. Los miembros de una Junta de Gobierno deben realizar un acto de servicio a ella y a los hermanos con la finalidad y esencia de aumentar su camino espiritual. Nos tendríamos que hacer una pregunta ¿tenemos como componentes de una Junta de Gobierno, todos y cada uno, ese tono preciso, para intentar transmitirlo a los demás con nuestra vida, con nuestra actuación, con nuestro ejemplo? Si viésemos con sentido de auténtica sinceridad que la respuesta es negativa, deberíamos poner los medios necesarios, para adquirir esa inquietud, ese deseo de preocupación por mejorar día a día. Pero lo más importante tendríamos la valentía y seriamos capaces de plantearnos con seriedad y con la humildad necesaria el dejar el cargo.

Deja un Comentario