IV – Relatos de Semana Santa por Paco Agudo.
(La Sangre. De tu a Tú. Instantes de Pasión 2022)
Los suelos guardan un añejo tapiz de piedra sobre el que deleitaba en juegos mi inocencia temprana. Huellas indelebles de un ayer que creemos ahogado pero que encienden las encrucijadas de nuestra más íntima conciencia.
Vienen dibujando contornos unos oscuros peregrinos de guante blanco. Tan blanco como la luz que les prende dentro.Motete enlutado de tambor blando. Estrépito sordo que a lo lejos anuncia un final desacertado.
Tiemblan los suelos de piedra enterrada, limando el paso de cadencias mullidas. Pisos fieles al hombre en ésta querencia del lunes más santo.Llegan de allí, del barrio donde los geranios son el contrapunto de fachadas mimadas de cal. Resoplan los aires, presos del motete, acordes de muerte anunciada, invadiendo el mutismo de ésta frontera suya.
Quieres creer otra cosa, pero lo que llega es la muerte. En un Hombre de piel ya desbaratada.La desbarató otro hombre, de guante negro, tan negro como calcinada está su alma ahora.Prendido de tres clavos de los que mana sangre, tan roja, como roja es la pena que siembra en quienes aguardamos un final que no por advertido fuera y es un desatino.Y como llegan se van. Hilera negra de guantes blancos, tan blancos como la luz que les prende dentro.
Un geranio tronchado asedia mis retinas de lado a lado. Tez cetrina y piel desbaratada.Póstumo el Hombre envuelto en Sangre, tan roja como la roja pena que siembra en nosotros.
Y el hombre de guante negro, tan negro como calcinada está su alma, ya vive la derrota que por los siglos le espera, apostado en el pretil de una noche apagada.
¡Que ilusa es la muerte creyendo airosa su victoria!