Señor de Santa Ana.

Relatos de Semana Santa por Paco Agudo.

Antes que la muerte se muera en apenas una semana, hoy mueres tú, Cristo del Calvario, Señor de Santa Ana.

Cada año tu cruz perfilando la plaza, recortando la nebulosa trágica de las volutas de incienso. Inerme.

Tú, entre los naranjos, rosa tronchada.
Tú, en las paredes, alargando la tragedia sobre sus cales, dejando escritas las sombras de la vileza.
Tú, sobre el calvario más alto. Alzado y a la vez caído.

Y tu mirada muere contigo en este mismo final.

Cada año tu cruz perfilando la plaza, recortando la nebulosa trágica de las volutas de incienso.

Cabezas de clavo que asoman de tus manos, triste flor sin raíz.

Cuando el hombre siembra cruces, tú, Calvario, floreces en todas porque “nada hay oculto que no sea descubierto, ni secreto que no sea conocido y puesto en claro”. Así lo dejaste dicho a tus discípulos y así ellos nos lo dejaron escrito.

Siembra hoy Señor flores en nuestras cruces para que seamos dignos de mirarte, mientras tu cruz perfila la plaza y recorta la nebulosa trágica de las volutas de incienso.